Inician los juegos deportivos de las Secundarias Técnicas de la Región Ciénega de Chapala.

Ing. Juan B. Hernández * colaborador

Jiquilpan 4 de diciembre de 2025.- A eso de las 8.30 de la mañana, dieron inicios los eventos deportivos de las Secundarias Técnicas de la zona 05 con cabecera en Sahuayo. Se dieron cita al evento, el supervisor de la Zona el L.E.P. José Dante Rojas Turja, así como el Director de Servicios Regionales, el maestro Octavio Meza, un representante del presidente municipal de Jiquilpan; la maestra María Cobían Sánchez y la maestra Ana Laura Barajas Martínez, jefas de enseñanza, así como los directivos de las escuelas participantes.

Con la presentación y desfile de las delegaciones de cada escuela, y luego la llegada de la antorcha de los juegos deportivos, el encendido del pebetero y el acto cívico, el supervisor de la Zona Dante Rojas Turja, afirmó entre otras cosas, que «los deportes son parte de la formación de los alumnos de las escuelas secundarias técnicas» ; dio la bienvenida a las delegaciones, maestros y personal de cada escuela de la región.

Posteriormente en un breve mensaje del Director de Servicios Regionales de la SEE, Octavio Meza, hizo la inauguración oficial de los eventos deportivos, que se celebraran en diversas sedes, como las unidades deportivas de Jiquilpan, Sahuayo y Briseñas. Por lo que respecta a los eventos cívicos serán en dos sedes, la técnica 1 y 81 de la ciudad de la ciudad de Jiquilpan. Las fechas de eventos son del 4 de diciembre de 2025 al 14 de enero de 2026.

Deseamos el mayor de los éxitos en esta jornada que abre los eventos académicos, tecnológicos, culturales y deportivos en su etapa de Zona.

Celebran 50 años el Museo de Historia de Ocotlán, Jalisco.

El Museo de Historia de Ocotlán celebró este mes su 50 aniversario con una serie de eventos culturales, académicos y artísticos que reunieron a historiadores, instituciones, estudiantes y ciudadanos interesados en el patrimonio regional.

Fundado el 15 de abril de 1975, el museo ha sido un pilar en la preservación de la historia y tradiciones del municipio y sus alrededores. Para conmemorar medio siglo de labor, se llevó a cabo una ceremonia oficial el pasado fin de semana en sus instalaciones, donde se inauguró una exposición temporal titulada “Ocotlán: Memorias de Medio Siglo”, que recopila documentos, fotografías, objetos y testimonios que narran la evolución social y cultural de la región.

En esta ceremonia cívica, también se develó el nuevo nombre que acompañará desde hoy al Museo de Antropología e Historia de Ocotlán “José María Angulo Sepúlveda”, en reconocimiento a su principal promotor y presidente fundador. Al término del acto se depositó una capsula del tiempo, en donde se colocaron cartas de cientos de niños ocotlenses, documentos, fotografías y diversos objetos que narran la historia de esta institución y que será abierta en el 2050, cuando el museo cumpla 75 años.

Entre los asistentes se encontraban ex presidentes municipales, cronistas de la región, empresarios, familiares de fundadores, ex trabajadores, y socios activos y honorarios del patronato, quienes destacaron la importancia del museo como espacio educativo y de identidad comunitaria.

Las actividades conmemorativas incluyeron también un convivio en el Museo de Arte Sacro, ubicado al interior de la parroquia y concluyó con una ceremonia religiosa de acción de gracias en la Capilla de La Purísima. 

Este aniversario no solo marca un hito en la historia del museo, sino que también renueva el compromiso con la divulgación y preservación del legado histórico de Ocotlán para las futuras generaciones.

Fuente: Museo de Historia de Ocotlán, página oficial.

“El Grito de Guadalajara”

Cuando Calles llamó a apoderarse de las conciencias de la niñez y la juventud mexicana

Lic. Helena Judith López Alcaraz

El general sonorense Plutarco Elías Calles (1877-1945), presidente de México y Jefe Máximo, autor del Grito de Guadalajara (1934).

En una fecha como ayer, pero hace noventa años, el 21 de julio de 1934, desde el balcón central del Palacio de Gobierno localizado en la capital jalisciense, el otrora primer mandatario Plutarco Elías Calles llevó a cabo un llamado a sus correligionarios para que la Revolución, que ya había obtenido la victoria en los ámbitos militar y político, se enfocara a conquistar otras esferas no menos importantes para el fortalecimiento de su ideología: la conciencia, la educación y, de forma muy particular, la educación e instrucción de los más pequeños, desde la edad más temprana. A esto se le conoce como “el grito de Guadalajara”.

Acompañado por el presidente electo Lázaro Cárdenas del Río, originario de Jiquilpan de Juárez, Michoacán, y del tequilense Sebastián Allende Rodríguez, antiguo miembro del Congreso Constituyente de Jalisco y a la sazón gobernador de dicho estado de la República, Calles dirigió este vehemente mensaje:

General Lázaro Cárdenas del Río (1895-1970), ganador de las elecciones presidenciales de 1934, quien acompañó a Calles en su «Grito de Guadalajara».

La Revolución no ha terminado. Los eternos enemigos la acechan y tratan de hacer nugatorios sus triunfos. Es necesario que entremos al nuevo periodo de la Revolución, que yo llamo el periodo revolucionario psicológico; debemos apoderarnos de las conciencias de la niñez, de las conciencias de la juventud porque son y deben pertenecer a la Revolución.

No podemos entregar el porvenir de la Patria y el porvenir de la Revolución a las manos enemigas. Con toda maña los reaccionarios dicen, y los clericales dicen que el niño pertenece al hogar y el joven a la familia; esta es una doctrina egoísta porque el niño y el joven pertenecen a la comunidad, pertenecen a la colectividad y es la Revolución la que tiene el deber imprescindible de apoderarse de las conciencias, […] de desterrar los prejuicios y de formar la nueva alma nacional […].

Es absolutamente necesario sacar al enemigo de esa trinchera donde está la clerecía, donde están los conservadores; me refiero a la escuela. Sería una torpeza muy grave, sería delictuoso para los hombres de la Revolución, que no arrancáramos a la juventud de las garras de la clerecía y de las garras de los conservadores; y desgraciadamente la escuela en muchos Estados de la república y en la misma capital, está dirigida por elementos clericales y reaccionarios.”

Así lo citan, alternativamente, autores como José María Muriá en su Historia de Jalisco (1982), páginas 534 y 535, y Doralicia Carmona Dávila en su biografía de Plutarco Elías Calles incluida en la página, también de su creación, Memoria política de México.

El sonorense añadió, para corroborar lo ya expuesto:

Sólo el Estado impartirá educación. La educación que imparta el Estado será socialista y, además de excluir toda doctrina religiosa, combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear a la juventud un concepto racional y exacto del Universo y de la vida social” (citado por Meyer, 1977, pp. 345-346).

Al día siguiente, el Bloque Nacional Revolucionario de la Cámara Federal de Diputados presentó el proyecto de reforma al artículo 3º de la Carta Magna, en el cual se proponía la educación de carácter socialista. Entre tanto, Monseñor Jesús Manríquez y Zárate, uno de los escasísimos obispos que estuvieron abierta y públicamente a favor del movimiento cristero, criticó a Calles y su “Grito” de modo directo.

Calles, «Jefe Máximo» de la Revolución Mexicana. Grabado de Alberto Beltrán.

Como cabía esperar, la alocución del Jefe Máximo no se quedó en meras palabras, ni en una apasionada bravata del hombre que había regido el devenir político nacional desde 1924. El “Grito de Guadalajara” marcó el inicio de una serie de reformas al sistema educativo mexicano que desembocaron en el proyecto de la así llamada “educación socialista”. Esto, por supuesto, no fue bien recibido por la inmensa mayoría de los padres de familia, que no sin razón vieron en aquellas disposiciones una nueva persecución y la imposición de un esquema de instrucción que contradecía sus creencias religiosas y que atacaba aquello que les era más preciado: su fe. No obstante, también es preciso puntualizar que, aunque eran una porción significativa, no sólo los católicos militantes se oponían a aquellos planes.

Las tensiones creadas por el “Grito de Guadalajara” alcanzaron tal magnitud que, sumado a la persecución religiosa creciente, recrudecida desde los tiempos de los mal llamados “arreglos” del 21 de junio de 1929 en entidades de la República como Veracruz, Chihuahua y Tabasco, y aun la capital, se fue preparando el terreno para lo que se conoció como “La Segunda”, una segunda Guerra Cristera, que no tuvo ni la fuerza ni el apoyo de la primera, ni por parte de los seglares y, mucho menos, de la jerarquía eclesiástica.

A diferencia de lo acontecido en el trienio 1926-1929, durante el cual se produjo una seria división en el Episcopado Mexicano y existieron quienes sí apoyaron directa o indirectamente la lucha, en la década de los 30 hubo un evidente consenso antibelicista entre los obispos. Éstos llegaron al extremo de condenar la resistencia armada de los exiguos católicos que se lanzaron a ella.

Con todo, pese al rechazo de los eclesiásticos hacia “La Segunda”, los boletines y demás publicaciones parroquiales condenaron categóricamente la educación que impartía el Estado. Los jerarcas amenazaron con excomunión a quienes mandaran a sus hijos a estudiar a escuelas del gobierno y los dejaran a merced de la educación laicista y comunista. El gobierno, por su parte, amenazó a los padres con la prisión si enviaba a sus vástagos a planteles católicos.

La enseñanza del catecismo quedó prohibida, incluso en viviendas particulares. Los educandos se vieron precisados, en ocasiones, a pasarse de una casa a otra por la azotea, con los fiscalizadores justo afuera. En los colegios, a su vez, la clase de religión estaba vedada, al grado de que el régimen enviaba inspectores para asegurarse de que los alumnos no llevaran dichas clases. Delante del profesor, los emisarios abrían y revisaban las mochilas para verificar que no hubiera algún libro de catequesis. Éstos, previo aviso, eran ocultados detrás de un armario o estante, entre éste y la pared.

Aquello era sólo el comienzo. El 10 de octubre de 1934, los diputados consumaron la reforma de la Constitución en su tercer artículo, y subrayaron que la educación impartida por el Estado sería socialista, excluiría toda doctrina religiosa y combatiría el fanatismo y los prejuicios, forma de llamar, específicamente, a la religión católica, que era la de la inmensa mayoría de los mexicanos. La educación primaria, secundaria y normal impartida en planteles particulares, asimismo, debería ajustarse al patrón concertado y aprobado por los planteles oficiales, so pena de sanciones.

Grabado sobre Lázaro Cárdenas y el apoyo que recibió por parte de algunos sectores obreros de México. En el Occidente de México, particularmente en Guadalajara, Los Altos de Jalisco y el norte de dicho estado, la situación fue completamente distinta y la oposición, aplastante. Autoría: Ignacio Aguirre.

El 16 de octubre, Cárdenas avaló tanto las declaraciones de Calles –¿cómo no hacerlo?– como la reforma constitucional, y señaló que la educación socialista prepararía a los jóvenes para servir en el proceso de emancipación del proletariado. El sector del pueblo que no estaba de acuerdo con todo aquello se comenzó a exaltar. Se suscitaron motines en Puebla, Jalisco, Michoacán, Morelos y Zacatecas, con saldo de numerosos heridos y varios muertos. Los prelados mexicanos dejaron de callar y protestaron de modo más enérgico.

Presidente Lázaro Cárdenas, gran promotor de la educación socialista en México.

Para el 1 de diciembre del mismo año, fecha en que Lázaro Cárdenas tomó posesión de su cargo como presidente constitucional de México, las circunstancias estaban lejos de mejorar en todo sentido.

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Fuentes:

Carmona Dávila, D. (2024). Elías Calles Campuzano Plutarco. Memoria Política de México. https://www.memoriapoliticademexico.org/Biografias/ECP77.html

Meyer, J. (1977).  La Cristiada. Vol. I. México: Siglo XXI Editores.

Meyer Cosío, L. F., Segovia, R., Lajous, A., & González y González, L. (1978). Historia de la Revolución Mexicana, período 1928-1934los inicios de la institucionalización : la política del maximato. El Colegio de México.

Universidad de Guadalajara (2024). “El grito de Guadalajara” de Plutarco Elías Calles (1934). Enciclopedia histórica y biográfica de la Universidad de Guadalajara. Tomo cuarto. La Universidad de Guadalajara, 1925–2017. http://enciclopedia.udg.mx/articulos/el-grito-de-guadalajara-de-plutarco-elias-calles-1934

Testimonios orales de María del Carmen Ávalos Herrera, ya finada, abuela de la autora, nacida en 1930, que fue testigo en primera línea y víctima de la persecución religiosa en materia educativa descrita en el texto.

Hablemos hoy de: «Moby Dick» novela publicada en 1851

Paty Rogel.

* «Llamadme Ismael. Hace unos años —no importa cuánto hace exactamente—, teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la circulación. Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que en mi alma hay un noviembre húmedo y lloviznoso; cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes; y, especialmente, cada vez que la hipocondría me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a derribar metódicamente el sombrero a los transeúntes, entonces, entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda».



Este es, sin duda, uno de los comienzos más famosos de la historia de la literatura, una frase épica, de gran fuerza, que engancha al lector desde sus primeras líneas.
Es así como Herman Melville escribió una de las piezas fundamentales de la Literatura Universal, tanto por lo que cuenta como por todo lo que sugiere, pero en su momento supuso para el autor un fracaso total y aún hoy resulta bastante difícil de leer sin un propósito firme. Quizá por eso sea una de las obras más versionadas, con innumerables adaptaciones al mercado infantil, un musical de Nueva York y varias películas, tanto de animación como de imagen real.


En la mayoría de ellas han desaparecido los largos pasajes que dedica Melville a la vida dentro de los barcos balleneros y la trama se centra en la aventura y en la persecución enfermiza del cachalote, pasajes que resultan mucho más entretenidos.
Pero concentrándonos en la obra literaria, «Moby Dick» narra la travesía del barco ballenero Pequod por el océano Atlántico, el Índico y el Pacífico. En el libro se cuentan varios sucesos como las distintas cazas que se realizan, encuentros con otros barcos, tifones y finalmente el encuentro con la razón del título del libro, el famoso cachalote Moby Dick. Además de que se describen varios aspectos concernientes a la caza de ballenas, los cachalotes en sí, la extracción del aceite y el espermaceti (sustancia que se encuentra en la cabeza del cachalote y que se utilizaba para fabricar velas y productos cosméticos), la obra de Melville describe con maestría los tipos de ballenas que se conocían hasta el momento y varias actividades o situaciones que ocurrían a bordo de los barcos balleneros.
* «Era un barco pequeño más bien y con aspecto descuidado, todo él lleno de dibujos y relieves grotescos, que el capitán Peleg había mandado durante muchos años. Parecía un trofeo ambulante».



Los personajes que se presentan son todos importantes para la historia. Desde el capitán Ajab hasta el narrador Ismael. Sin embargo, a mi parecer, el libro deja muchos personajes como Dagoo, Tashtego, Dough-boy y otros más, sin desarrollar. No negaré que el libro tiene muy buenos personajes, de los cuales, Melville explica su trasfondo y desarrollo a lo largo del viaje, pero me parece que la obra pudo haber pasado más tiempo explorándolos en lugar de explayarse tanto en asuntos relacionados a las ballenas y a su caza.
* «Permítanos hablar, aunque mostremos todos nuestros defectos y debilidades: porque ser consciente de ello y no esconderlo es una señal de fortaleza».

La trama es sin duda muy interesante, de una prosa limpia y maravillosamente descriptiva, al grado de conseguir sentir de cerca a la gran ballena, y el ambiente marino, las necesidades a bordo y por fin encontrarse con Moby Dick, luego de atravesar el Atlántico hasta llegar al cabo de Buena Esperanza, navegar por el océano Índico y finalmente llegar al Pacífico.


* «¿Hemos de seguir persiguiendo a ese pez asesino hasta que hunda al último hombre? ¿Nos ha de arrastrar al fondo del mar?»

135 capítulos en una travesía a bordo de un barco ballenero, con el capitán Pequod, comandado por el capitán Ahab, junto a Ishmael y el arponero Queequeg en la obsesiva y autodestructiva persecución de un gran cachalote blanco, en el que autor divaga sobre su visión del mundo y su filosofía, lo anterior, aunado al lenguaje naval empleado.


* «Existe algunos momentos y ocasiones extrañas en este complejo y difícil asunto que llamamos vida, en que el hombre toma el universo entero por una broma pesada, aunque no pueda ver en ella gracia alguna y esté totalmente persuadido de que la broma corre a expensas suya».
Obra de profundo simbolismo.
«Moby Dick», una original obra que contiene una poderosa obsesión, miedos, fortaleza, venganza, racismo, y desde luego una aventura marina sin precedentes que hacen a esta novela merecedora del estatus de clásico de la Literatura.

«Moby Dick» de Herman Melville.
Novela de ficción y aventuras.
Un clásico de la la literatura universal.

Libros de Texto. Una opinión de…

Raúl Rojas G. Premio de la cultura y las artes 2015

«Los libros de texto gratuitos para las escuelas primarias en México existen desde principios de los años sesenta. En el archivo histórico de la CONALITEG (Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos) se pueden consultar las diversas ediciones que ha habido desde la generación 1960. Todos los hemos tenido en las manos y era siempre un momento especial cuando se nos entregaban al principio del año escolar.

En los últimos meses se ha criticado la desaparición tanto del libro de matemáticas como de español para el primer año de primaria en la edición 2023 de los libros de texto. Las protestas de especialistas y padres de familia no han tenido mayor resonancia y aparentemente la SEP impondrá su nuevo modelo educativo a rajatabla, sin haber tratado de alcanzar antes un consenso con las diversas entidades federativas ni con los actores involucrados en la educación de los niños. El caso del libro de matemáticas es lamentable por muchas razones.

Lo que se pierde al desaparecer el libro de matemáticas del primer grado. Una tradición de 63 años, a lo largo de los cuales la importancia asignada a la materia fue creciendo paulatinamente. Ahora, con los nuevos libros de texto para el primer grado, elaborados por la Dirección de Materiales Educativos de la SEP, no hay ninguno asignado a las matemáticas. Ahora habrá dos libros con material educativo (“Nuestros Saberes” y “Múltiples Lenguajes”) y tres libros sobre proyectos que el maestro puede organizar en el aula, en la escuela o en la comunidad. Los dos libros de material educativo consisten en cápsulas de dos o tres páginas cada una, sin ningún orden discernible. Se pasa de las abejas al código Braille, a ejemplos de algunas figuras geométricas, a cuestiones de igualdad social, etc. Es una desordenada Wikipedia de cápsulas didácticas. La idea de la “nueva escuela mexicana” es que el maestro ya no enseñe materias específicas, sino que trabaje en proyectos con los alumnos. El maestro selecciona de las cápsulas aquellas que se necesitan para el proyecto, por ejemplo, la cápsula 20, la 45 y la 53, y así los niños supuestamente aprenderán español y matemáticas. De pasadita, mientras resuelven problemas sociales.

La realidad es que en el libro “Nuestros Saberes” cuando mucho 11 páginas están dedicadas a algo que se pudiera llamar matemáticas, además de que hay muchos errores conceptuales. Es inútil buscar en sus páginas un enfoque sistemático de los diversos temas que antes cubría el libro de matemáticas. No hay una sola página con espacio para resolver ejercicios numéricos o geométricos. No se necesita ser experto para saber que operar con los números y resolver problemas matemáticos no es algo que se aprenda en una mañana y ya. Hay que ejercitar y ejercitar (y ejercitar de nuevo) lo aprendido, con diferentes números y planteamientos hasta que se logra la destreza necesaria para resolver cualquiera de esos problemas de manera segura. No hay materias, en los nuevos libros no encontramos más que fragmentos de la materia matemáticas, ésta desaparece bajo un cúmulo de “saberes” destinados a ser integrados en los proyectos “sociocríticos” propuestos en los tres libros de proyectos».

Lo fatídico de la “Nueva Escuela Mexicana” no es solamente que prácticamente elimina a las matemáticas de los nuevos libros de texto, sino que todo eso se incrusta en un modelo que no es pedagógico sino político. De acuerdo con los documentos de la SEP, lo que se tendrá ahora en el salón de clases es una “ecología de saberes”, en donde el método científico no será preponderante. Se le contrapondrán “saberes” alternativos, “contrahegemónicos”, por ejemplo, los saberes de los pueblos originarios. Esas “epistemologías del Sur”, léase de los pueblos oprimidos, van a alfabetizar al pueblo y a concientizarlo al mismo tiempo. Son resabios de la “pedagogía del oprimido” de Paulo Freyre, ahora aplicado al nivel de todo un país como México.

El problema de la “nueva escuela mexicana” es que va a dañar sobre todo a las clases populares. La clase media ya hace tiempo que huyó hacia las escuelas privadas y ahí los nuevos libros de la SEP acabarán en el bote de la basura. Para las matemáticas las escuelas particulares van a usar cualquiera de los libros de muy buena calidad que venden editoriales mexicanas y extranjeras. La brecha de aprovechamiento escolar entre las escuelas públicas y las privadas seguirá aumentando. De hecho, en México se podría decir que tenemos un apartheid educativo, que solo se profundizará ahora que la SEP decidió que los libros de texto gratuito fueran guillotinados. ¿Y le importa eso a los responsables de los materiales educativos?

La idea rectora de la “nueva escuela mexicana” es, como dijimos arriba, la “ecología de saberes”, que no incluye necesariamente materias concretas, como el español y las matemáticas, sino consiste en estimular una aproximación intuitiva a la realidad a través de los proyectos sociocríticos. Es una ideología en la que no cabe el aspiracionismo ni el método científico. Evaluaciones de aprovechamiento escolar o de los maestros se califican de punitivas. Diferencias entre los estudiantes tampoco deben ser.

Una historia de los nuevos libros de civismo, ya utilizados en 2022, ilustra muy bien las cosas: en una carrera de educación física entre cinco estudiantes, el que lleva la delantera se detiene para que lo alcance el que va en segundo lugar. Los dos esperan a los que van en tercero, cuarto y quinto lugar. Ya todos juntos, corren hacia la meta y al llegar se abrazan. En la “nueva escuela mexicana” hay que nivelar el rendimiento escolar hacia abajo para que no haya disparidades, para establecer así una igualdad en la ignorancia.

Pd este último párrafo considero responde a una inclusión mal entendida; no se puede radicalizar. La atención a la diversidad y la equidad debe guardar un equilibrio con la competitividad y la aspiración al alto desempeño… Recordemos que la atención a las aptitudes sobresalientes también es inclusión y que el aprendizaje colaborativo busca la mejora entre pares no la condescendecia.

Créditos Fernanda Aragón Romero

Puede ser una imagen de videojuegos y texto

Pablo Neruda, el gran poeta chileno Premio Nobel de Literatura 1971

Autor: Paty Rogel * EL Club de la Lectura


En los bosques chilenos el joven Neruda se perdía siguiendo el rastro de su propia curiosidad. Las sorpresas de los animales y la naturaleza, las playas y los vientos alimentaban los primeros versos de su poesía. Pero lo más valioso que encontró fue su propio paisaje, fue un poeta de la naturaleza.
Como ocurrió con otros de sus contemporáneos, por ejemplo, García Márquez o Mario Vargas Llosa; la figura paterna se opuso a sus inclinaciones literarias. En una época en la que ser poeta era sinónimo de bohemia y pobreza orgullosa, Neruda tuvo que vender muebles y otras posesiones para financiar su primera auto publicación.
«En 1923 se publicó ese mi primer libro: Crepusculario. Para pagar la impresión tuve dificultades y victorias cada día. Mis escasos muebles se vendieron. A la casa de empeños se fue rápidamente el reloj que solemnemente me había regalado mi padre, reloj al que él le había hecho pintar dos banderitas cruzadas. Al reloj siguió mi traje negro de poeta. El impresor era inexorable y, al final, lista totalmente la edición y pegadas las tapas, me dijo con aire siniestro: “No. No se llevará ni un solo ejemplar sin antes pagármelo todo”. El crítico Alone aportó generosamente los últimos pesos, que fueron tragados por las fauces de mi impresor; y salí a la calle con mis libros al hombro, con los zapatos rotos y loco de alegría.” Del libro «Confieso que he vivido»
Hombre de convicciones, Pablo Neruda no dejaba indiferente a nadie. Despertó filias y fobias a partes iguales. Tras la experiencia de la guerra en España, de regreso a Chile abrazó la causa comunista y se implicó en la vida política del país. Su posición combativa lo convirtió en blanco de una persecución que lo empujaría a la clandestinidad, y más tarde al exilio. Como un auténtico polizón, consiguió escapar cruzando a caballo el bosque austral que separa Chile de Argentina.
«Como nuestro camino era oculto y vedado, aceptábamos los signos más débiles de la orientación. No había huellas, no existían senderos y con mis cuatro compañeros a caballo buscábamos en ondulante cabalgata ——eliminando los obstáculos de poderosos árboles, imposibles ríos, roqueríos inmensos, desoladas nieves, adivinando más bien—el derrotero de mi propia libertad. Los que me acompañaban conocían la orientación, la posibilidad entre los grandes follajes, pero para saberse más seguros marcaban de un machetazo aquí y allá las cortezas de los grandes árboles dejando huellas que los guiarían en el regreso, cuando me dejaran solo con mi destino». (Confieso que he vivido).
Amó profundamente a su país y a su continente, llevó con orgullo durante toda su vida la etiqueta de poeta chileno y latinoamericano. En su «Canto General» surca el vasto imaginario sudamericano, desde las civilizaciones precolombinas hasta las luchas contemporáneas.
Pablo Neruda le escribió al amor de la mejor forma, sus libros de poemas «Veinte poemas de amor y una canción desesperada» y «Cien sonetos de amor», son la mejor muestra de una sensibilidad desbordada.

SONETO XVII
No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

Pablo Neruda fue un hombre agradecido con quien lo apoyo desde su más tierna infancia, muestra de ello es la poesía que escribió a su madre adoptiva Trinidad Candia Marverde, quien lo cobijó desde que tenía 2 años:

LA MAMADRE
La mamadre viene por ahí,
con zuecos de madera. Anoche
sopló el viento del polo, se rompieron
los tejados, se cayeron
los muros y los puentes,
aulló la noche entera con sus pumas,
y ahora, en la mañana
de sol helado, llega
mi mamadre, doña
Trinidad Marverde,
dulce como la tímida frescura
del sol en las regiones tempestuosas,
lamparita
menuda y apagándose,
encendiéndose
para que todos vean el camino.
Oh dulce mamadre
«nunca pude
decir madrastra»,
ahora
mi boca tiembla para definirte,
porque apenas
abrí el entendimiento
vi la bondad vestida de pobre trapo oscuro,
la santidad más útil:
la del agua y la harina,
y eso fuiste: la vida te hizo pan
y allí te consumimos,
invierno largo a invierno desolado
con las goteras dentro
de la casa
y tu humildad ubicua
desgranando
el áspero
cereal de la pobreza
como si hubieras ido
repartiendo
un río de diamantes.
Ay mamá, ¿Cómo pude
vivir sin recordarte
cada minuto mío?
No es posible. Yo llevo
tu Marverde en mi sangre,
el apellido
del pan que se reparte,
de aquellas
dulces manos
que cortaron del saco de la harina
los calzoncillos de mi infancia,
de la que cocinó, planchó, lavó,
sembró, calmó la fiebre,
y cuando todo estuvo hecho,
y ya podía
yo sostenerme con los pies seguros,
se fue, cumplida, oscura,
al pequeño ataúddonde por primera vez estuvo ociosa
bajo la dura lluvia de Temuco.

El gran poeta recibió el Premio Nobel de Literatura 1971 «por una poesía que con la acción de una fuerza elemental da vida al destino y los sueños de un continente». Extraordinario.

El Principito de Antoine de Saint-Exupéry


Hace 123 años, nació Antoine Marie Jean-Baptiste Roger Conde de Saint-Exupéry, un 29 de junio de 1900. Creador de “El Principito”.

La noche del 31 de julio de 1944, en Córcega, era visto por última vez, antes de despegar de una base aérea en un avión P-38 y más tarde desaparecer. El misterio de lo que pudo suceder al escritor durante aquella misión fue motivo de múltiples teorías durante seis décadas, hasta que en 1998, el pescador Jean-Claude Bianco hizo una captura rutilante al sureste de Marsella: una pulsera identificativa de plata que llevaba el nombre del autor, de su mujer y de su editorial en New York. La autenticidad de la pieza fue cuestionada, y aquí entra en escena una parte determinante en la historia que sigue: los herederos de Saint-Exupéry, que llegaron a acusar a Bianco de fraude.

Se trataba de un indicio de que el avión podría estar cerca, hundido en el Mediterráneo. Sin embargo, ni el gobierno francés ni la familia de Saint-Exupéry le creyó en ese entonces. Temían que por el lugar donde se encontró el brazalete, muy lejos de donde se suponía que debía volar, el autor se hubiera suicidado.

Quien sí le creyó al pescador fue Luc Vanrell, un buzo francés quien decidió investigar y finalmente resolvió un misterio, aunque unos cuantos años más tarde.

En 2000 se calzó el traje de buceo y documentó decenas de pecios de aeronaves en la zona hasta dar con lo que era inequívocamente un P-38. Cándidamente, Vanrell pensaba que la autorización para investigar los vestigios llegaría con facilidad y urgencia ante la posible resolución de un episodio histórico de tal magnitud. Pero se equivocó. El gobierno francés tardó tres años en conceder el permiso, y solo lo hizo cuando otros equipos y cámaras de televisión comenzaron a merodear por el yacimiento.

La causa de este bloqueo fue, una vez más, la influencia de la poderosa familia de Saint-Exupéry. Pero cuando en 2003 los restos del avión fueron por fin examinados y recuperados, pudo confirmarse inequívocamente que aquel era el P-38 que Saint-Exupéry pilotaba el último día de julio de 1944.

Un día después de que desapareció misteriosamente del radar, una mujer reportó lo que parecía haber sido la caída de un avión cerca de Tolón, y días después se encontró un cadáver al sur de Marsella. A pesar de que no se identificó el cuerpo, se podían ver insignias francesas en la ropa. Aquel aviador anónimo fue enterrado en una fosa común en la localidad de Carqueiranne. Por entonces, una mujer dijo también haber presenciado la caída de un aeroplano al mar.

¿Sería aquel cuerpo el de Saint-Exupéry? Al parecer, en su día el sepulturero de Carqueiranne y el guarda del cementerio describieron que el cadáver, con graves lesiones en la cabeza y en las piernas, poseía una corpulencia que se correspondía con la del escritor. En los años 60 los restos de la fosa común se reubicaron, pero según parece aún están localizados. Es posible que quede poco o nada de ellos. Pero siempre que los restos no fueran incinerados y que aún persista algún fragmento, una posible identificación no sería en principio del todo descartable, incluso aunque se hayan mezclado con los de otras personas.

Las experiencias vividas como piloto fueron en algunas ocasiones su fuente de inspiración como escritor. A partir de entonces, a cada destino del piloto le atañe una período de su producción literaria, nutrida con la experiencia. Mientras se desempeñaba como jefe de estación aérea en el Sahara español, escribió su primera novela Correo del Sur (1928). Y otras que le sucedieron: Vuelo nocturno (Vol de Nuit) en 1931, Tierra de hombres (Terre des Hommes) en 1939 y Piloto de guerra (Pilote de Guerre) en 1942.

En uno de sus viajes, mientras se encontraba en África, sufrió un accidente y se perdió en el gran desierto. De esta experiencia surgiría su obra maestra: “El Principito”, cuya historia escribió durante su estadía en la ciudad de Nueva York al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Publicado en 1943, es uno de los libros infantiles más leídos y traducidos de todos los tiempos.

Fuente: Literatura y algo más
Grandes maestros de la literatura universal

Hablemos hoy de…La novela más exitosa de la escritora española María Dueñas; «El tiempo entre costuras».

Mtra. Paty Rogel

Esta obra está ambientada entre los años 30´s y 40´s, años muy convulsos en España y toda Europa, teniendo como eje a Sira Quiroga.

Publicada en el 2009, la novela es una gran cadena de avatares, entre romance, trazos de intriga que rememoran pasajes de cine clásico, sucesos iniciáticos, localizaciones exóticas y esquemáticos apuntes histórico-ideológicos.

Sira una joven modista que abandona Madrid arrastrada por un amor, se instala en Marruecos, pero sufre el dolor de la traición y el abandono en el peor de los momentos. Contra todo pronóstico, Sira debe volver a su patria y comenzar de nuevo.

  • «En cualquier momento y sin causa aparente, todo aquello que creemos estable puede desajustarse, desviarse, torcer su rumbo y empezar a cambiar».

Una labor exhaustiva llevada a cabo por la autora que logra recrear la época en la que transcurre la trama. Así nos mostrará cómo era la España prebélica y el ambiente castizo en el que se movía Sira Quiroga, el paisaje exótico del protectorado español de Marruecos y la vida en su capital, Tetuán, un mosaico en el que convivían distintas culturas invitándonos a pasear por las calles de la judería o a visitar las residencias que los españoles tenían en el ensanche.

  • «Nadie es quien solía ser después de una guerra como la nuestra».

Una época de contrastes en la que nos encontramos con la pobreza de unos y el glamur en el que nadaban los más poderosos.

Opulencia que también volveremos a encontrarnos en el Madrid de la posguerra a donde se trasladará Sira Quiroga para continuar con su misión, pues nadie desconfiaría de que una modista de alta costura en cuyo taller se atendía, sobre todo, a las esposas de los militares nazis que hasta la ciudad norteafricana y la capital madrileña se habían trasladado y en donde se encontrarían con un conflicto de intereses con los aliados en una carrera entre ambos bandos en la que se presagiaba un inminente inicio de una nueva conflagración a escala mundial.

  • «Nunca habría podido imaginar que la sensación de volver a tener una aguja entre los dedos llegara a resultar tan gratificante».

El tiempo entre costuras es una novela que transpira historia por todos lados lo que le da un aire previsible a la misma, no cabe duda, pero la novela de ficción histórica siempre adolecerá de este bendito defecto porque la historia pasada no se puede cambiar.

  • «La rectitud y la honradez eran conceptos hermosos, pero no daban de comer, ni pagaban las deudas, ni quitaban el frío en las noches de invierno».

Solo los hechos ficticios y las licencias que pueda tomarse el autor en determinados momentos de su obra servirán para que el lector quede cautivado por el trabajo realizado. Y esto, sin duda, lo logra María Dueñas con la figura de Sira Quiroga y todo lo que ocurre a su alrededor. Es una gran oportunidad para quienes no acostumbran a leer novelas de ficción histórica se adentren en este género.

  • «Tenemos que ayudar. Tú, yo, todos, cada uno en la medida de sus posibilidades. Tenemos que aportar nuestro grano de arena para que esta locura no siga avanzando».

«El tiempo entre costuras» un interesante momento de la guerra civil española, entre espionaje, traición, abandono, conspiración, amor, y el coraje de Sira Quiroga, una mujer que se formó a sí misma aun contra corriente.

«El tiempo entre costuras» de María Dueñas.

Novela histórica.

Recomendable.