103 aniversario del atentado contra la imagen de la Virgen de Guadalupe
Lic. Helena Judith López Alcaraz

En una fecha como esta, pero de 1921, hace justo 103 años, el 14 de noviembre, la imagen de la Guadalupana plasmada en el ayate de San Juan Diego sufrió un atentado dinamitero en la antigua Basílica, otrora Colegiata de Guadalupe, en la que había tenido lugar la Coronación Pontificia de la Reina de México en 1895. En esta entrada abordaremos este suceso de forma breve, pensando en que el acontecimiento ya es bastante conocido, en términos generales, y en que no es preciso que nos explayemos como en otras ocasiones.

El autor del siniestro sacrílego fue Luciano Pérez Carpio, empleado del gobierno y ferrocarrilero de oficio, quien vestido como un obrero más, ingresó a la Basílica colocó una ofrenda floral cerca de la tilma, en el altar, y se alejó con rapidez. En seguida, un hórrido y fortísimo estruendo sonó a los pies de la Morenita y se extendió a todo el recinto y a las manzanas vecinas, alcanzando un radio de un kilómetro.

El florero que había dejado Pérez Carpio contenía veintinueve varas de dinamita. Al producirse el estallido, los vidrios de las casas de quince metros a la redonda se rompieron, trocándose en añicos que se esparcieron por doquier; la base de mármol del altar y los candelabros se destruyeron por completo, tornándose en escombros; y el Crucifijo de bronce que estaba junto al venerado lienzo, el cual recibió todo el impacto explosivo, se dobló y deformó… Pero la imagen bendita, pintada por Dios mismo el 12 de diciembre de 1531, quedó portentosamente intacta. ¡Ni siquiera el vidrio que la resguardaba se estrelló o rompió!

Fue algo científica y humanamente inexplicable. Sin duda –y así lo creyeron todos los fieles–, Jesucristo había protegido a Su Madre.
Los peregrinos y visitantes, justamente indignados, quisieron linchar a Pérez Carpio. Pero el presidente Álvaro Obregón Salido mandó que fuese protegido: agentes de la policía lo resguardaron y se lo llevaron en un camión militar.

Aquel fue uno de los numerosos atropellos contra los católicos que quedaron impunes durante el mandato obregonista. Una vez más, quedó más que patente que quienes arremetieran contra el catolicismo gozaban de la venia y de la connivencia del presidente sonorense. Basta recordar –por mencionar sólo algunos ejemplos– los bombazos en los Arzobispados de México y de Guadalajara y las banderas rojinegras izadas en las Catedrales tapatía y moreliana. Todo esto había ocurrido en el transcurso de aquel mismo año, 1921. El atentado contra la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en la capital no fue sino el colofón de los crímenes y ataques anteriores.
Sin embargo, a pesar de que el gobierno se lavó las manos a semejanza del procurador romano que dio pie a esta expresión, aquello no detuvo a los católicos. En los días siguientes, numerosas personas acudieron a desagraviar a la Reina del Anáhuac. El 18 de noviembre, el comercio de la Ciudad de México cerró durante cinco horas como protesta por el atentado.

A su vez, la egregia Asociación Católica de la Juventud Mexicana, futuro semillero –y muy fructífero, hay que decir– de héroes y de mártires durante el clímax de la persecución religiosa y en la Guerra Cristera, convocó a una manifestación pacífica, que finalizaría en la Catedral Metropolitana. Esa misma tarde, al finalizar la marcha, fue entonado un Te Deum solemne para agradecer a Dios el haber preservado intacta la imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe.
Poco después, al acrecentarse las asechanzas en contra del clero católico y de los fieles, el lienzo sagrado, pintado por Dios, fue escondido y sustituido por una copia. La pintura que reemplazó temporalmente el Sagrado Original fue pintada por Rafael Aguirre. Dado que los colores eran mucho más encendidos, el abad Feliciano Cortés decidió opacar él mismo el vidrio con cenizas, para que los visitantes no se percatasen de la sustitución.

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Tomado, con algunas modificaciones, de la publicación hecha por la autora en su página Testimonium Martyrum, que puede leerse aquí: https://www.facebook.com/TestimoniumMartyrum/posts/1102646508532359
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