Autor: Paty Rogel del Club de la Lectura.

«La divina comedia» cuenta el maravilloso peregrinaje del autor por el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, guiado por Virgilio y con la intermediación de una bella dama florentina llamada Beatriz, que se convierte así en mito de la poesía amorosa. Esta obra reúne la cosmovisión greco-romana y la cultura cristiana, exponiendo con elegancia las verdades de fe y recapitulando la historia del mundo. El resultado final es un fantástico viaje hacia la redención que abarca todo el argumento existencial, desde la creación del hombre hasta su destino final, la divinidad. Dante completó la Divina Comedia poco antes de su muerte en 1321.
Dos hechos biográficos:
— la muerte de su amada Beatriz y el exilio de su ciudad, Florencia— le sumieron en un estado de zozobra que sólo logró superar a través de la escritura de esta colosal obra.
Es uno de los grandes textos de la cultura europea, eternamente reinterpretado y analizado, además sigue inspirando a infinidad de artistas, como Salvador Dalí, Gustave Doré, Alberto Martini, Sandro Botticelli y Moebius, por nombrar algunos).
Dante, narró desde los suplicios del Infierno hasta la felicidad del Paraíso, desde las crueles amputaciones de los condenados hasta la belleza divina de los redimidos.
«La divina comedia» fue escrita en dialecto toscano, matriz del italiano actual, el cual se usó entre los siglos XI y XII. Dante finaliza cada una de las cánticas utilizando la palabra estrellas; conectándolas, a pesar de sus marcadas diferencias.
La estructura también afecta a los registros lingüísticos: en el infierno se utiliza un lenguaje vulgar, el texto del «Purgatorio» está lleno de citas bíblicas y el del «Paraíso», de himnos y cantos litúrgicos.
Antes de emprender el viaje hacia los tres mundos, Dante despierta en una selva oscura sin saber por qué llegó ahí. Cuando se habla de selva oscura se hace referencia a algo malo, a lo contrario a Dios, ya que esa selva era oscura, era mala. En esa selva se describe un paisaje inicial en el cual se ve el sol, las estrellas, la playa y la colina. El sol en representación de la divinidad, de Dios, la colina es el camino que debe subir para llegar a Dios, y Dante no puede llegar a esa luz porque en el camino se encuentra con tres fieras que son obstáculos para él, cada fiera representando un pecado. Ahí se encuentra con Virgilio y después de una conversación con este, comienza su viaje.
«La divina comedia» o simplemente «Commedia», como la tituló Dante, es considerada una de las mayores obras de la literatura universal. Su publicación supuso el distanciamiento de la literatura medieval para sentar las bases de la renacentista.
Dante es junto a Petrarca y Boccaccio el mayor exponente de las letras italianas, y su obra es de obligatoria lectura para humanistas.
«El infierno», es quizá el episodio más representativo, que resulta ser una lectura amena y rápida a la vez que intrigante y morbosa. En cambio, en «El Purgatorio» tiene un comienzo irregular, sobre todo tras el ligero final del anterior, pero consigue mantener la atención y «El Paraíso» se muestra una lectura que exige más al lector, pero igualmente fascinante.
Dante Alighieri (1265-1321), padre de la lengua italiana, invirtió doce años de su vida en escribir la Divina Comedia. Dos hechos biográficos -la muerte de su amada Beatriz y el exilio de su ciudad, Florencia- que le sumieron en un estado de incertidumbre y desilusión que sólo logró superar a través de una poesía universal que dejó a las generaciones venideras una obra plena de belleza e inmortalidad, base de la literatura alegórica medieval.
Con «La divina comedia» Dante pretende decir lo que nunca ha sido dicho de mujer alguna: la exaltación del triunfo celestial de la amada, la expresión de un amor que transciende las dimensiones físicas de este mundo y se convierte en pura espiritualidad. Así, el resultado final es un fantástico viaje hacia la redención que abarca todo el argumento existencial, desde la creación del hombre hasta su destino final, la divinidad.
EL INFIERNO: CANTO I
En medio del camino de nuestra vida
me encontré en un oscuro bosque,
ya que la vía recta estaba perdida.
¡Ah que decir, cuán difícil era y es
este bosque salvaje, áspero y fuerte,
que al pensarlo renueva el pavor.
Tan amargo, que poco lo es más la muerte:
pero por tratar del bien que allí encontré,
diré de las otras cosas que allí he visto.
No sé bien repetir como allí entré;
tan somnoliento estaba en aquel punto,
que el verdadero camino abandoné.
Pero ya que llegué al pie de un monte,
allá donde aquel valle terminaba,
que de pavor me había acongojado el corazón,
miré en alto, y vi sus espaldas
vestidas ya de rayos del planeta,
que a todos lleva por toda senda recta.
Entonces se aquietó un poco el espanto,
que en el hueco de mi corazón había durado
la noche entera, que pasé con tanto afán.
Y como aquel que con angustiado resuello
salido fuera del piélago a la orilla
se vuelve al agua peligrosa y la mira;
así mi alma, que aún huía,
volviose atrás a remirar el cruce,
que jamás dejó a nadie con vida.
Una vez reposado el fatigado cuerpo,
retomé el camino por la desierta playa,
tal que el pie firme era siempre el más bajo;
y al comenzar la cuesta,
apareció una muy ágil y veloz pantera,
que de manchada piel se cubría.
Y no se apartaba de ante mi rostro;
y así tanto me impedía el paso,
que me volví muchas veces para volverme.
Impresionante obra, con metáforas singulares, un viaje para la mente y el alma no sólo por el contenido religioso sino además poético.
Un libro especial con muchas referencias a la mitología e historia.
«La divina comedia» de Dante Alighieri.
Un clásico de la Literatura universal.
Maravilloso.

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Gracias a Crónicas de la Ciénega y a Francisco Gabriel Montes por apoyarme en este fascinante movimiento de la divulgación literaria.
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