Mtro. Julio César Morán.
Como tratamos en la columna anterior la migración mexicana a los Estados Unidos ha servido como opción de vida a millones de compatriotas que ahora radican en la Unión Americana. Pero los beneficios de esta no solo recaen en quienes cruzan la frontera; pues la migración indirectamente ha terminado por ser un motor de avance para la economía de millones de familias y con ellas la actividad económica en México.
Un altísimo porcentaje de los migrantes mexicanos en la unión americana, tienen como objetivo emigrar temporalmente con el fin de poder sacar adelante a sus familias que se quedan en México, con el objetivo y la mira de un día regresar y disfrutar el fruto de su trabajo en la tierra que los vio nacer. Sin embargo muchos ya no regresan, las circunstancias de la vida los hacen echar raíces en la nación vecina; aunque la gran mayoría de estos últimos tienen un contacto solidario con su familia en México (padres, hijos, hermanos etc.) a la cual apoyan con envíos de dinero.
Así el migrante juega un papel con doble faceta en la sociedad mexicana, primero como víctima de un sistema social que lo obligo a irse por no poder satisfacer sus necesidades y posteriormente como agente proveedor de recursos para el mantenimiento de sus familias y con ello de la economía local en su lugar de origen. A los envíos monetarios que nuestros paisanos hacen a México se les conoce con el nombre de remesas.
En el año 2017 fueron enviados un total de 28 771 millones de dólares (550 mil millones de pesos aproximadamente) en remesas a nuestro país. La cantidad de dinero que entra a México por esta vía es descomunal; México es el cuarto país con mayor número de remesas en el mundo, que el 5.1% del total de las remesas que se generan en el planeta llegan a México. Para darnos una idea del monto hay que decir que en el mismo año nuestro país obtuvo 19 700 millones de dólares por concepto de exportaciones petroleras, es decir; que las remesas generaron una entrada de divisas superior al petróleo por más de 9 000 millones de dólares.
Las remesas son la segunda fuente de divisas internacionales del país solo detrás de la inversión extranjera directa que fomentada por un modelo de economía abierta alcanzó los 34 760 millones de dólares de divisas.
¿Cuál es el estado que recibe más remesas en México? Efectivamente amable lector, usted intuyó correctamente, el estado que recibe más remesas en el país es Michoacán, pues nuestro estado recibió en el año 2017 un total de 2,915 millones de dólares (unos 56 mil millones de pesos aproximadamente) por este rubro. En el mismo año el presupuesto total del gobierno del estado de Michoacán fue de un poco más de 61 mil millones de pesos, es decir; que los recursos con los que cuenta el gobierno estatal para generar bienestar para los michoacanos es similar a los recursos que los paisanos envían a sus familias, de esta forma podemos dimensionar fácilmente el nivel de dependencia que tiene la economía michoacana respecto de las remesas.
Pero, y ¿en que se gastan estos recursos? Existen diversos programas de gobierno que buscan hacer de las remesas un estímulo para incentivar la microempresa en las familias receptoras, sin embargo los avances han sido modestos. Prácticamente la totalidad de las remesas se gastan en el mantenimiento cotidiano de la familia, para cubrir necesidades de alimentación, vestido y educación. Montos de mayor consideración son utilizados por las familias para la compra de algún vehículo o la construcción de alguna casa; en términos prácticos en la mayoría de las comunidades rurales del estado la única forma de construir una vivienda es “jalándose pal otro lado”.
Las remesas constituyen uno de los motores principales de la economía nacional y michoacana, pues insertadas en un esquema de solidaridad familiar, permiten el avance y el progreso de millones de familias en el país y en el estado. Cuando aquella mujer anciana hace mucho tiempo me dijo que ella sobrevivía gracias a Dios y al Norte estaba resumiendo una realidad cotidiana en las comunidades y poblaciones de México y Michoacán.
Ciudadanos del mundo
Vuelvo a resaltar que el principal elemento que articula las relaciones México-Estados Unidos es la solidaridad familiar. A pesar de las trabas y de una sociedad donde no terminan de insertarse, los paisanos del “otro lado” se esfuerzan y trabajan, sin dejar de pensar en los lazos de sangre que los une con México.
Por este espacio quiero manifestar mi gratitud a Héctor y Gilberto Hernández Figueroa, mis primos; ciudadanos del mundo que con esfuerzo y dedicación han demostrado que la búsqueda de la felicidad no depende de ninguna frontera.
Sobre el autor: Julio César Morán Figueroa
Licenciado en Economía por la UMSNH
Maestro en Políticas Públicas por el ININEE
Correo electrónico: moran_figueroa@hotmail.com
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